ME GUSTA SALIR EN MOTO

Hasta que conocí a Antonio nunca me habíaa montado en moto. Cuando digo nunca me refiero que en 34 años, nunca, ni siquiera cuando iba al colegio me habíaa montado en una Vespa o Vespino con ninguno de mis amigos. Era un miedo irracional. Bueno creo que mi pobre madre en su deseo por enseñarme a conducir una bicicleta debió inculcar en mí ese miedo.

Cuando empecé a salir con Antonio no me quedó otra opción, o me montaba en moto o él sadría sin mí. Me daban pavor las curvas, pensaba que me iba a caer, solo imaginar el ir por la autopista, siendo mi cuerpo la única “carrocería” de la moto era algo inpensable.

Pero llego el día en que Antonio compró la primera Harley Davidson ( tengo que decir que impulsado por mí) , una Sportster 883. Yo le había prometido que me iba a montar con él e iba a salir a dar una vueltita. Es cierto que me tuve que mentalizar y sobre todo “visualizar” el momento en que me iba a poner el casco, subirme en la moto, arrancar y dar la primera curva….. ¡¡¡¡Que horror!!!!

…… de esto han pasado ya 5 años, y no se que ha pasado conmigo y las Harley Davidson, pero el domingo que no puedo montarme en moto, ya sea por el viento, el frío o el excesivo calor me siento rara.

…. Me gusta salir en mi moto. Este año nos hemos comprado una Heritage Softail muy cómoda, especialmente para mi “culito”. Cuando voy en moto no tengo que pensar en conducir…. no tengo que conversar, puedo dejar fluir mis pensamientos y dejarlos pasar. Adoro sentir el “rugido” de motor de nuestra Harley Davison, me gusta ver como la gente vuelve la cabeza y sonríe al vernos pasar cuando vamos en grupo.