HISTORIA DE UNA PESADILLA

 

Llevaba años queriendo, necesitando, que llegara este momento. El momento en el que poder “vomitar” y escupir todo el sufrimiento que hemos pasado durante los últimos 7 años y que ha sido el infierno de tener unos vecinos okupas. Escribo esto, solo por mí. Porque quiero que sea catártico y sanador. Poder poner punto y final a esta historia, que en muchos casos fue de terror y que durante años ha sido el “monotema” en mi vida personal, con mis amigos, familia e incluso muchos alumnos que habéis asistido a mis cursos me habéis oido hablar de este tema. He omitido muchísima información y he ilustrado este post con la foto de nuestro lugar favorito del mundo, la Playa del Camisón, porque ya está bien de ver cosas feas y gente fea.

Recuerdo que hace 7 años pensábamos, con la inocencia de la ignorancia, que los okupas solo estaban en la otra parte del pueblo, o en lugares lejanos. Hasta que un día empezamos a ver rondando gente “rara” por la calle y mirando el adosado que está puerta con puerta con el nuestro. La historia de esa casa es un poco extraña. Nunca tratamos a la dueña, ya que era una casa en la que siempre había alguien de alquiler, entraban unos, salían otros. Algunos inquilinos con mas suerte que otra, unos que tenían un Husky aullando en la terraza, otros que hacían barbacoas mañana tarde y noche, otros muy ruidosos. Tengo que reconocer que hubo algunos buenos y otros muy buenos, los menos, pero los hubo.

Esto sucede hasta que empezamos a sospechar que por alguna razón la casa ha quedado vacía y como digo la empiezan rondar personas indesables. Comenzamos a estar muy pendientes, porque vemos que en un par de ocasiones que alguien entra en el medio de la noche. Hasta alguna ocasión he ahuyentado yo a gente queriendo romper la cerradura. Ahora lo pienso y me estremezco de mi imprudencia, pero era la ignorancia. Bendita ignorancia porque poco imaginaba lo que nos quedaba por pasar.

Y pasó lo tarde o temprano tenía que pasar. Un domingo por la tarde, viendo la tele escuché un ruido extraño e inmediatamente lo supe: acaban de okupar el adosado de al lado. Efectivamente, habían entrado unos chicos “poligoneros” que nos dieron una semana de pánico. Digo una semana, porque el lunes de la semana siguiente, casualmente, vino la propietaria de la vivienda con una representante del banco para revisar la casa y hacer una dación en pago. Obviamente encontraron con el panorama. Afortunadamente, el novio de la propietaria, que era miembro de las fuerzas y cuerpos  de seguridad del estado consiguió echarlos a gritos, jajajajaj. Literalmente. No se empleó la fuerza en ningún momento, solo se les dijeron un par de cositas y salieron por su propia voluntad. Hasta penita daban.

Sin embargo la casa se la quedó efectivamente el banco, que en este caso era la CAM. Todos sabemos lo que ha pasado con esta Caja de Ahorros, que fue comprada por el Banco Sabadell. Esto hizo que quedara en un limbo legal y sin protección. En un par de ocasiones acudimos a la Guardia Civil, que nos dijo que si la casa no era nuestra, ellos no podían hacer nada. Lo que os digo, una indefensión brutal. Pero en este interim de la dación en pago y burocracia varia, entraron otros okupas. Una familia peninsular, con 3 chiquillos. Nosotros, nuevamente en nuestra inocencia, pensamos, bueno, una familia necesitada siempre va a ser mejor que los poligoneros que habían entrado unos meses antes. Craso error.

Esta ocupación duró 1 año, 9 meses y 12 días y la computo así, como si fuera una sentencia. Porque a nosotros nos cambió la vida este tiempo. Nos convertimos en prisioneros en nuestra propia casa. Dejamos de salir juntos de casa. Cuando yo me iba de viaje a los cursos en península mi trolley iba metido en una bolsa de basura y dejaba aparcado mi coche cerca de la parada de taxis, donde cogía el taxi para ir al aeropuerto. Nada podía hacerles sospechar que dejaba la casa sola. No creo que fueran a hacernos nada, porque ellos sabían que nosotros sabíamos , pero toda precaución es poca. Por la tarde cuando volvía Antonio de sus cursos, lo iba a recoger y lo traía a casa, para encerrarse hasta que yo volviera de viaje el lunes. Ni a dejar la basura nos atrevíamos a ir cuando el otro no estaba.

Los que no hayáis vivido una ocupación posiblemente no lo entendáis, pero los que la estéis sufriendo seguramente estaréis conmigo. A los que digáis que os da igual que okupen las casas de los bancos, solo os deseo que esa casa de un banco no sea vuestro vecino. Y que penséis lo que sufrimos los propietarios que vivimos estas situaciones. La ley tiene que cambiar, y la propiedad privada, sea de quien sea, se tiene que respetar.

Durante este año, 9 meses y 12 días, no hubo ni una sola semana, en las que no hiciera acto de presencia la policía local o la guardia civil o en casos extremos la policía nacional. En algunas ocasiones incluso tres o cuatro veces a la semana. A los pocos días de estar esta gente, estando yo de viaje y me llama Antonio para decirme que ha habido una pelea brutal en la casa ocupada. Yo quise quitarle importancia, pero cuando regresé y escuché otra pelea bestial me di cuenta que esto iba a ser así de continuo. Y el terror de asistir a tanta violencia y maldad se apoderó de mi. Al principio llamamos a la policía, creo que en un par de  ocasiones. Pero en cuanto llegaban y tocaban a la puerta era todo paz y amor. Así que nunca más volvimos a llamar. Y nos acostumbramos a esta violencia, con ayuda de nuestro amigo el Orfidal.

Tuvimos la suerte de ser inteligentes y nunca cruzar la mirada con ellos, ni dirigirles la palabra. Ellos para nosotros eran Walking Dead. Nuestra supuesta indiferencia hizo que nos insultaran en nuestra cara, recibiéramos amenazas escritas en papel que nos lanzaban a la terraza, un par de pinchazos sospechosos en las ruedas de nuestros coches y miradas amenazantes cada vez que íbamos a dejar la basura al contenedor e insultos constantes. Era una sensación de indefesión total. ¿por qué unos ciudadanos ejemplares, como somos la mayoría, debemos de sufrir estas situaciones?  Pero los mantuvimos a raya. No os podéis imaginar la violencia que había en esa casa. Una violencia bestial e inaudita que nos llegó a traumatizar. Eso sí podían estar teniendo la bronca mas brutal de la historia y a las 11 de la noche, como si de una alarma de tratara no se escuchaba ni un solo ruido. No nos dieron ni una mala noche.

Un año después de entrar apareció una comitiva judicial con el representante del Banco Sabadell para tomar posesión de la vivienda que había sido entregada por la propietaria. Y claro, se encontraron con el pastel. Cuando se marcharon perseguí, medio desnuda porque acababa d salir de la ducha e irme de viaje, en coche al chico del banco parar quedarme con sus datos y poder tener información. El chico me contó que ahora tendrían que empezar un procedimiento para desahuciar  a esta gente. Hasta entonces nunca fui tan consciente de que esto acabaría en algún momento.

Este procedimiento de desahucio duró 8 meses. Ya se acercaba el final. Lamentablemente cuando se les comunica la fecha del desahucio los okupas fueron a pedir un aplazamiento  y el juez que les concedió una semana, pero que se convirtió en un mes. Es este tiempo organizaron todo para, afortunadamente, largarse se la isla, y “vender” la casa por 1500 euros. El día que esta familia se fue, pudimos respirar tranquilos, porque eran la maldad personificada. Además teníamos la tranquilidad de que no nos volveríamos a cruzar con ellos jamás. Siempre he sentido pena por los que serán los vecinos de ellos en la actualidad. Hasta el día de hoy, casi 5 años después, siguen llegando notificaciones judiciales para ambos a la casa. Pensareis que no ha sido tan terrible, pero me guardado para mí episodios de película de terror  y datos que podían hacerlos reconocibles. Realmente no he contado nada o solo un 10% de lo que fue ese año.

Y vamos con la segunda parte. La más larga, que se ha prolongado algo más de 4 años y 6 meses. Lo dejamos en que la familia okupa vendió la vivienda a una pareja que adecentó la vivienda y que venían a dormir cada noche. Estaba claro que sol querían hacer negocio y “revender”. Obviamente llamé al chico representante del banco que me dijo que al estar ya la sentencia había que esperar a la nueva fecha del lanzamiento, pero que le mantuviera informado, porque posiblemente habría que iniciar otro procedimiento por ignorados ocupantes. Días después esta pareja “vende” nuevamente la casa a un matrimonio con dos chiquillos que se instalan inmediatamente y que rápidamente proceden a legalizar la conexión de luz y se encargan de tener una factura a su nombre. Esto facilitado por cortesía de la compañía eléctrica, que con que les paguen, les da exactamente igual quien sea. Ah, pero no vayas a la compañía eléctrica a cambiar la titularidad de unos contadores, porque hasta el certificado de defunción de mi madre tuve que llevar. Inaudito. Una semana después aparece la comitiva judicial para proceder al desahucio y se encuentran con esta gente. La “lisensiada” con vocecita impostada de “dibujo animado que nunca ha roto un plato” dice que ella tiene un contrato que le ha hecho un tal Susana del banco. El secretario judicial les indica que presenten este documento en el juzgado en un plazo de dos semanas. Yo no daba crédito.

El chico del banco me dice que comenzarán un procedimiento nuevo, pero la ser mediados de julio no hay nada que hacer hasta septiembre. En este periodo de tiempo los nuevos okupas se apresuran en solicitar al juez y a servicios sociales del ayuntamiento un alquiler social, y lamentablemente el Banco Sabadell y su compromiso de “buenas prácticas” se lo concede en septiembre de 2018. Y encima se regodearon diciendo en alto: verás cuando se enteré que nos quedamos. Aquí comienza este impasse que nos trae hasta el día de ayer, 19 de diciembre de 2022, en el que finalizó el contrato.

Consiguieron engañar al juez, al banco, a servicios sociales, a vivienda del ayuntamiento, a algunos vecinos, a la secretaria judicial, a la empresa suministradora del agua, se consiguieron engañar hasta a ellos mismos viviendo en una situación irreal y temporal por encima de sus posibilidades, pero a mí, no me engañáis: sois y seréis siempre okupas. Y el que hayáis conseguido un contrato de alquiler social, pasando por encima de alguien que realmente lo necesitara os hace ser malas personas, embaucadores y estafadores. Y para mí sois lo que fuisteis en el principio, okupas, porque no habéis respetado nada. Ni una siesta hemos posdido echar estos años. A estos descerebrados tampoco les miré ni les hablé, ni mantuve ningún tipo de contacto con ellos. Esto hizo que tuviera insultos por su parte hasta el último minuto, ruidos, música, incitación a los niños a hacer ruido, pelotazos, patinete, un runrún constante de lavadoras en la terraza, la locura de sacar los malditos agapornis debajo de mi ventana a las 7 de la mañana, una falta de respeto y de educación inimaginable y con una soberbia, chulería y la impunidad les permiten las leyes de este país. Y encima nosotros éramos los malos vecinos, los “coñoemadres”, el carajito pelón, y la vieja chismosa. Eso hemos tenido que aguantar. Con esta clase de gente hemos tenido que lidiar. Pero vamos, que entre todos ellos, ni media neurona.

Mi mantra durante todo este tiempo ha sido: cada día que pasa esta casa es más mía, y a tí te queda un día menos en esa casa. Y así ha sido. Sabemos que el Sabadell vendió a Solvia y ellos al fondo buitre Promontoria Coliseum, y a pesar de todo este lío burocrático éramos conscientes que el tiempo se les estaba agotando tic-tac, tic-tac. Ayer a las 8:30 de la mañana sucedió lo que ansiábamos desde hacía algo mas de 7 años, llegó una representante del propietario para tomar posesión de la entrega voluntaria de la casa, acompañada por una comitiva de cerrajeros, empresa de seguridad, empresa de alarmas y un segurata de dos metros. Cinco furgonetas había en la calle. Mi sueño hecho realidad.  Por fin, con el corazón encogido, pude entrar y visitar la casa que nos ha producido tanto sufrimiento, dolores de cabeza, nos ha hecho envejecer y ser prisioneros en nuestra propia casa.

No les deseo ningún mal, libéreme Dios, solo que sean muy, muy, muy felices es su nueva casa y sus vecinos sean tan fantásticos o despreciables como han sido ellos. Ahhh y que les toque la lotería. Después de escribir este post desaparecen de mi vida y solo dejan de recuerdo las manchas de aceite de sus coches en la calle. Ya no existen.

No hemos bajado la guardia, ni la bajaremos, pero ahora tenemos contactos de la empresa de seguridad que se encarga de esta zona, el segurata de dos metros, de la representante del banco,  de la empresa de alarmas y algo que no teníamos antes: contacto con todos los vecinos, que también han estado pendientes aunque en todo este tiempo se han hecho los locos, y han ignorado esta situación……y que sabemos que no estamos locos. En todo este tiempo hemos perdido muchas cosas, pero también hemos perdido algo muy importante, el miedo.Ya no tenemos miedo.

Me habéis dejado muchas experiencias en los comentarios de instagram, y si queréis y os hace sentir mas libres, podéis contar aquí también vuestras experiencias en estas situaciones. Los comentarios están moderados .

Gracias a Dios esté capítulo se ha cerrado y podemos pasar página.

Editado 14 de Julio de 2023

La historia de esta pesadilla terminó bien. Si quieres continuar leyendo, puedes hacerlo en este post de mi cuenta de Instagram

 

 

19 Comentarios

  • Maria carlota garcia dice:

    Que pesadilla, no puedo ni imaginar tener unos vecinos así. Definitivamente la ley tiene q cambiar. No puede permitirse este tipo de situaciones en detrimento de quien paga su renta , sus servicios de luz y agua y hace las cosas como las tiene que hacer. Dios quiera que compren esa casa y antes de remodelarla, echen agua bendita, (es en serio. ). Saludos desde caracas.

    • Bea dice:

      totalmente, necesita una “limpieza” de malos rollos!! un abrazo

      • María dice:

        Me alegro muchísimo que hayáis podido terminar con esa pesadilla y que aprovechéis, para disfrutar cada minuto sin ellos. Un abrazo.

      • Loli dice:

        Hola Bea, te entiendo totalmente y me solidarizo con María José, cambio de leyes ya y respeto a la propiedad privada. Que los maleantes tengan más privilegios que las personas civicas? En qué mundo vivimos?. Yo sufrí 3 ocupaciones que se dice pronto….hace 20 años en un piso de mis padres en todo el centro de Valencia, hubo que proceder a poner una denuncia por desocupación, con la consiguiente espera judicial de un año y piko, pagar minutas de procurador y abogado, no cobrar el alquiler y pagar las deudas de suministros. No sólo eso….sino la inquietud y la desazon que ese descerebrado pudiese cometer una fechoria por lo drogado que iba siempre. Segunda ocupación…teníamos un piso en venta hace 8 años en otra zona de Valencia, el inmobiliario me citó para una visita y cuál fue mi sorpresa, la cerradura cambiada y no pude entrar, llame a la policia y caso omiso…llame al número….acudió antes mi marido antes que la policía, forzamos la puerta y el tipo se había instalado, nevera llena, ropita lavada y tendida, tabaco picado en una mesita y a cuerpo de rey. Vimos una mochila un DNI…un ciudadano español de 32 añitos. El chavalote junto con un señor mayor subió a la par que la policía…allí en la puerta los trincaron. La policia les invito muy amablemente a que se fueran los trataron con amorosidad y sin mucho aspaviento y una policia nos aconsejo no denunciar, porque seguramente no tendrían nada….ya era una victoria no haberlos pillado dentro porque según la policía y literalmente nos dijeron que diésemos gracias a Dios de que estaban en la calle que si los hubiesemos pillado dentro de la vivienda NOSOTROS HUBIESEMOS ALLANADO NUESTRA PROPIA MORADA! Increíble!!. Y la tercera ocupación fue donde resido …en un pueblito pequeño donde todos nos conocemos, es un piso que alquilabamos y eran una familia que supuestamente los dos trabajaban..y con 4 hijos dos mayores de edad y dos menores. El dejo de trabajar a los tres meses, la asistencia social les daba de todo porque se ve que eran los típicos conflictivos, ayuda de comedor, ayuda en el cole, bono social,ayudas por desempleo …en fin viviendo del cuento, chupocteros sociales. Otra vez abogadas, procuradores….esperas, como venían las cuentas y pagando las nosotros, el cabreo de ver qué te los cruzabas y encima te provocaban para buscar lío, en esa época mi madre estaba dependiente de mi, fue una época que a nadie se la deseo y mucha gente apoyando a esos indeseables y otros girando la cara a otro lado. Mi madre falleció el 13 febrero de 2018 de demencia senil, la sentencia terminaba a su fin mayo del 2018….esas ratas asquerosas, abandonaron la casa tras robar cortinas, destrozar mobiliario, robar calentador, robar todos los muebles, nevera, romper paredes, puertas, pintar paredes..en marzo de 2018, se largaron sin avisar a otro domicilio a una calle del piso que tengo. Ese mes de mayo quedamos con la procuradora en el bar enfrente del piso a tomar un café y la indeseable de la mujer trabajaba en ese bar, salió la muy descarada se sentí a nuestro lado viendo que ibamos a proceder a entrar al piso con el cerrajero que era mi marido y a poder hacer acto de recuperar nuestra casa y la tipa se habia ido dos meses antes….lo tenían todo bien previsto y se burló en nuestros morros. Accedimos a nuestra vivienda y aquello era dantesco, el sufrimiento que conllevaba la enfermedad de mi madre de los que ellos eran conocedores…el desastre economico, el sufrimiento de ver cómo se burlan en tu cara y la gran indefensión, total impunidad y que la ley está de parte de los sinvergüenzas. Tu no puedes cortar suministros porque te conviertes en un ilegal, tu no puedes defender tu propiedad privada…porque hay menores y tú tienes que mantener y cargar con unos gastos de una panda de sinvergüenzas. Hoy en día, esta familia vive en un chalet alquilados, la mujer trabaja en una carnicería del pueblo como si nada, el marido sigue cobrando su paro y trapicheando con drogas, siguen chupando del frasco y aquí no ha pasado nada. Nadie los ve como lo que son unos delincuentes. La primera ocupación ocurrió hace 20 años…si en 20 años sigue la retahíla de ocupaciones es porque a alguien le interesa, esto no es cuestión de risa. Ahí lo dejo….enhorabuena Bea por que todo terminó, pero toda la población deberíamos de forzar fuere como fuere está desprotección y tener unas leyes YA!, Besitos mi niña.

  • Manuel Torres Torres dice:

    Madre mía.. menuda faena,.yo afortunadamente okupas no tengo en mi zona pero si malos vecinos, que te hacen terminar por creer que eres raro o que uno mismo es el malo de la película por no entender sus barbacoas continuas…sus pájaros de los cuales me como sus ruidos inclusos sus plumas… Sus continiunas reparaciones de coches en la misma vía pública, como si de un taller de mecánica de tratase .. tanto que te planteas mudarte.. cuando has puesto tanto en formar tu hogar, tu casa, tu vida y no respetan absolutamente nada.. cuando yo en mi casa no molesto a nadie y eso es lo que pido no ser molestado nada más.. no me relaciono con nadie porque no comparto sus formas con tan poca educación.. hacia los demás, y es lo que tú dices, las leyes tienen que cambiar, yo he llamado a la policía y decirme que por tener la barbacoa literalmente en la calle, si no tienen música puesta a altas horas de la noche, ellos no pueden hacer nada… Imagínate mi cara y tener que cerrar todo.. poner el aire acondicionado y olvidarme de que existen, porque no puedes vivir tranquilo, esa tranquilidad que tanta falta nos hace y es lo que creo buscamos la gran mayoría en nuestras casas, de no dormir tranquilo pensando que se meten en mi casa.. con ese miedo de no dejar demás la casa sola.. en fin una calidad de vida poco sana para mí juicio, ojalá y se nos proteja más en un futuro de personas comos esas.. okupas, malos vecinos, gente mala por naturaleza en general y así poder vivir en armonía que es al final lo que uno quiere con respeto, gracias por compartir tu experiencia y hacerme ver que no soy raro y que pasa de todo en esta viña del señor, un beso.

    • Bea dice:

      Te leo y es leerme a mi misma….. he obviado el tema taller en la calle y lavar los vehículos en la calle…. No, Manuel, no somos raros, somos normales y educados y cumplimos las normas de no molestar al vecino. Unas mínimas normas de urbanidad. En fin… nosotros vamos a disfrutar de esta paz, dure lo que dure. Un abrazo fuerte y animo. Bea

      • Maria Martín dice:

        Cuanto me alegro de leer el happy end de esta historia! En mi urbanización también tuvimos okupas y era un sinvivir… Ahora lo que tengo es un nuevo vecino que considera que su perro está mejor fuera que dentro de su casa y a mi solo me queda sufrirlo porque he ido a hablar con el en tres ocasiones y mejor ni te cuento las cosas que me dijo. Espero que mi historia tenga happy end también…

        • Bea dice:

          Bueno bueno bueno, lo de los perros, los pobres y los perros de sus dueños es otra historia…. por la fila tenemos uno también que no tenemos localizado….yo he puesto Climalit, porque es insoportable las noches que lo dejan fuera. Deberían necesitar una licencia para los animales, como para las armas.

          Un abrazo fuerte y suerte

          Bea

        • Mari Angeles dice:

          Como te entiendo Bea. Nunca tuve una casa cerca ocupada. Pero en mi piso durante más de 20 años he vivido etapas de terror y horror …. teníamos un entresuelo que alquilaban empezó entrando una familia con 2 hijos que tenían una broncas impresionantes se lanzaban muebles y más cosas , con las ventanas abiertas retumbando por todos los sitios avisábamos a la policía se lo llevaban y al día siguiente volvía al no poner ella denuncia… nos amenazaba… me daba pánico bajar con mis hijos. Se acabó…pero vinieron unos Rumanos… te vigilaban cuando subías eran super escandalosos hasta las 4 o 5 de la mañana..así años. Dejaron de pagar el alquiler…y a cambio de dinero se fueron por fin….. pero vino el hijo de mi vecina de arriba … bebía por los codos 57 años, mercenario en África había perdido una pierna dormía prácticamente sentado en el sofá con la tele a máximo volumen con la teletienda y películas del oeste o de guerra…. horrible también.. cuando salí de esa casa ni tan siquiera mire hacia atrás. Porfin descansamos tranquilos. Espero que vosotros tambien

        • Ana dice:

          El problema de los okupas es España es inaceptable, una locura, no me entra en la cabeza la protección que tienen. No entiendo por qué no cambian las leyes. Si hubiera una votación, estoy convencida que sería abrumador el porcentaje de votos en contra. Alguien sabe por qué no cambian las leyes?.

  • Elena dice:

    Nosotros tuvimos la casa de al lado ocupada, y aunque eran algo ruidosos, nunca pasó de ahi. Pero vecinos tarados sí que me cruzado alguna vez, y si son propietarios es peor, que a esos no los puedes echar!.
    De lo de irte con la maleta en una bolsa de basura, igual no era necesario (Aunque supongo que con esa experiencia es normal). No es lo mismo ocupar una casa de un banco, que es relativamente fácil y tardan mucho en echarlos, que que te ocupen tu casa. Eso va x otro lado, es allanamiento de morada y los largan tan pronto os deis cuenta. Entran como sea. Me parece importante decirlo porque ciertas campañas de publicidad han metido miedo x hacer negocio y hay mucha gente que vive asustada pensando que le pueden ocupar la casa si se van unos días, y no es asi, y casi nadie lo sabe. En fin, que sepas que cuando se fueron nuestros okupas de al lado vino una familia maravillosa, asi que os deseo mucha suerte con los próximos vecinos! Y que recupereis las siestas!

  • María José dice:

    Lo que es increíble es que en este país tenga más validez un ticket de pizza a domicilio (sí, con eso los okupas “demuestran” que viven ahí) que una escritura de propiedad. Y como bien dices, a muchos se le llena la boca con que como es un vivienda de un banco bien hecho está. Hasta que es la de al lado de ellos y deja de parecer tan buena idea! Es vergonzoso que las personas educadas y respetuosas tengamos que vivir con miedo en nuestra propia casa. Que tenga más derecho cualquier chorizo que una persona formal. Y por lo que se ve, esto va de mal en peor.
    Me alegro infinito que hayáis recuperado la tranquilidad. Ahora a recuperar el tiempo perdido y a disfrutar a tope de vuestra casa y la nueva “terraza”. Un besazo y gracias por tus paseos matutinos en tu paraíso.

  • Raquel dice:

    Solo los que hemos pasado por vivir un infierno dentro de tu propia casa, los que hemos tenido que usar tapones para poder descansar, equipos de ruido blanco que amortiguasen ruidos externos, vivir en tu casa con todo cerrado aunque hiciese 40° como si fuera un búnker y mil cosas más, podemos entenderte. Me alegra muchísimo saber que has podido cerrar ese capítulo aunque esos años de terror no te los vaya a devolver nadie.

    Eso si… ahora la vida pasará más rápido 😁 porque vivir en el infierno es lo que consigue que cada día se haga eterno

  • Loreto dice:

    Es una película total!!!’ Siempre la realidad supera a la ficción pero un buen director debería coger estas historias y hacer una película.

    Ya todo a pasado por suerte para, ahora cúrate de ese dolor. Es una vergüenza que pasen estas cosas y encima nos toque aguantar.

    Habéis sido muy fuertes y valientes y ahora a vivir sin esa preocupación.

  • Hola Bea. Siento mucho por lo que has tenido que pasar.
    Tengo un apartamento en la playa de Las Canteras “alquilado” desde agost’ 21, pero NO me pagan desde hace muchosss meses y estoy en jucio para echarlos. La vista será en abril´23 y el Alzamiento en junio, mientras, yo corro con los gastos de agua, luz, comunidad, etc.
    Es como si tuviera unos Okupas, al final es lo mismo. No puedes disfrutar de tu propiadad.
    Espero que las leyes cambien.
    Un saludo

  • Carmen Ayuga dice:

    Hola Bea, vaya locura de verdad…

    Como tu dices ya ha pasado todo y espero que disfruteis mucho de la tan ansiada “libertad”

    Un abrazo fuerte para los dos :)

  • Brida dice:

    Mucho ánimo y a respirar.
    Disfrutad de esta nueva etapa y de la libertad que esto supone.

  • Montse dice:

    Pues al final la ley ha cambiado hace unos días pero resulta que ha cambiado a peor, los propietarios de un piso que han pagado con esfuerzo y sacrificio o que les han dejado sus padres que trabajaron toda la vida para pagar la hipoteca al banco se quedan desprotegidos ante un okupa cualquiera. Igual de desprotegidos que los pobres vecinos de estos energúmenos salvajes y mai educados faltos de cualquier tipo de vergüenza.

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