Este postre es una versión simplificada del Tiramisú, pero que queda igual de buena y es ideal para aquellas personas que o bien no les guste el queso (como es el caso de Antonio) o bien no les guste tomar el huevo crudo (como a mí).
Es una receta muy fácil y rápida de hacer y está mucho mejor de un día para otro.
INGREDIENTES
1 bote de nata ERMOL
1 paquete de bizcochos de soletilla
100 gr de azúcar glass
Baileys
Nescafé
Cacao en polvo
PREPARACIÓN
Montar la nata bien fría con la batidora de varillas.
Añadir 70 gr de azúcar y una cucharada de Nescafé y media de cacao en polvo (si nos gusta mucho el sabor a café añadir más) e ir probando en caso de que necesite más azúcar. Seguir montando la nata sin miedo ya que nunca se pasa ni se convierte en mantequilla.
Hacer un café y añadirle un chorrito de Baileys.
Colocar los bizcochos en un molde e ir mojándolos con una cuchara para que no queden demasiado empapados.
Colocar una capa de la crema de café y otra capa de bizcochos, y así sucesivamente hasta que se nos acaben los ingredientes.
La última capa tiene que ser de crema.
Hola Bea!! Esta tengo que probarla, desde que descubrí el tiramisú, me he vuelto adicta a él, en postre o en helado…
Besitos!!!