UTENSILIOS IMPRESCINDIBLES EN REPOSTERÍA

1. BATIDORA DE PIE

No puedo pretender que te vayas directamente a comprar una batidora amasadora, tipo KitchenAid, Kenwood, Rowenta, porque entiendo que no todos los bolsillos están preparados, y algo mejor tu tampoco estás segura de que vayas a hacer tanta repostería como para poder amortizarla, pero te aseguro que te harán la vida mucho más fácil. La batidora de pie/amasadora de pie KitchenAid en mi caso, es algo absolutamente imprescindible y yo no podría vivir sin una. De hecho tengo tres cuatro (os tengo que presentar mis dos ultimas adquisiciones), a las que les declaro mi amor abiertamente y aunque parezca imposible les doy uso a todas, dependiendo de la situación.
Si por alguna razón no estás segura de si la vas a amortizar o bien, si no te la puedes permitir,  puedes comprar una batidora de mano,  de varillas, que por menos de 30 Euros y que te servirá perfectamente hasta que llegue tu cumpleaños, tu aniversario, o incluso la Navidad y alguien que te quiere mucho te pueda comprar una de estas batidora de pie. Eso sí, tendrás que portarte muy bien y hacer muchas tartas o galletas para demostrarles que te mereces ese regalo, pero cuando la tengas no sabrás como has podido vivir sin ella.
A la hora de decidir el comprarla o no, tu eres quien tendrá que valorar no solo el espacio que tienes en tu cocina, lo mucho o poco que la vas a utilizar, así como el dinero que puedes invertir.

2. BÁSCULA

Estoy segura de que habrás oído cientos de veces que la repostería es una ciencia exacta, por tanto, una báscula para pesar los ingredientes con exactitud es imprescindible. No solo te servirá para pesar cualquier ingrediente para hacer tus postres, sino que podrás utilizarla para pesar cualquier otro producto de tu cocina. Una báscula es un utensilio imprescindible sin el que no debes ni siquiera plantearte empezar hacer una receta. Necesitas una báscula, sí o sí. Como te dije antes, la repostería es una ciencia exacta, y si tus cantidades no lo son, créeme, el fracaso está casi asegurado. Aprovecha para comprar una que también tenga las medidas en libras, onzas y en onzas líquidas, así no tendrás que hacer cálculos extraños cuando hagas recetas americanas.

La báscula Tefal de la foto me la compré hace unos 13 años, cuando comencé el blog. La fui a mirar a la tienda unas 4 veces porque valía, aun lo recuerdo, unos 42 Euros. Eso antes y ahora es una pasta. Lo cierto es que le he cambiado la pila dos veces y sigue funcionando como el primer día. Fue sin saberlo una inversión a largo plazo. Una gran inversión.

3. CUCHARITAS MEDIDORAS

En repostería no solo necesitas pesar cantidades grandes sino también pesar cantidades pequeñas. A veces estas cantidades de 5 gr o de 3 gr son demasiado pequeñas y sin una báscula de precisión sería casi imposible pesarlas. En este caso un juego de cucharitas medidoras sería tu salvación. Las puedes encontrar por poco mas de 5€ en casi en cualquier tienda que venda productos de menaje o repostería. Es algo que no tendrás que reemplazar y te durarán para toda la vida.

Hay diferentes juegos, con diferentes medidas. A mi me gustan personalmente más las metálicas que las de plástico y siempre tengo varios juegos a mano con diferentes cantidades.

4. TERMÓMETRO DE HORNO

No te ha pasado nunca que habiendo seguido las instrucciones de una receta al pie de la letra, cuando termina el tiempo de cocción indicado, el bizcocho o bien está crudo o se ha quemado. Sabes a lo que me refiero, ¿no?. Esto se debe a que la temperatura que indica tu horno, muchas veces no es la correcta. Por eso es tan importante tener un termómetro de horno fiable. Si tienes un horno manual, las marcas que tiene alrededor del botón con la temperatura, no dejan de ser pegatinas con lo cual una ligera desviación hacia un lado u otro puede producir un desastre. Si tienes un horno digital, es posible que el termostato no esté bien regulado así que el termómetro de horno te ayudará y te evitará disgustos innecesarios.

Seguro que has oído muchas veces esa famosa frase que dice que : “Cada horno, es un mundo”, pues es cierta como la vida misma. El mío además, es un espíritu independiente. Sin embargo he conseguido que lleguemos a entendemos medianamente bien, puesto que no me ha quedado otro remedio. Ya le he cogido el punto, y sé que hornea bien por los laterales pero no lo hace tan bien por el centro. También que tiene una ligera desviación hacia arriba en la temperatura de casi 25º, que si vas a hacer un pollo asado, pues no es algo tan importante, pero en un bizcocho una diferencia de 25º te podría llegar a estropear una receta. También he descubierto, que no tiene una temperatura constante, y que pasados los 25 primeros minutos de horneado, la temperatura hay que bajarla un poco, ya que si me despisto puede llegar hasta los 225º. Esto solo lo he podido comprobar tras intensas horas de observación e investigación con mi termómetro de horno. Cuando utilices tu horno por primera  vez, porque sea nuevo o porque vayas a una casa nueva, las primeras veces que lo utilices estarás expuesta al fracaso, si no controlas este tema.

El termómetro de horno se coloca sobre la rejilla del horno o colgando de la misma dependiendo del modelo en la parte central del horno. Se puede comprar en tiendas de repostería, físicas u online y sección de menaje de grandes superficies y no debería pasar de los 10€.

He sido incapaz de sacarle una foto a mi termómetro de horno. El pobre no tiene cristal y está en unas condiciones lamentables, pero el tío sigue ahí, sin fallar. Es exactamente igual al de la foto, y no recuerdo donde lo compré. Espero, que aunque viejito, sucio y roto, me acompañe muchos años más.

5. REJILLAS ENFRIADORAS

Las rejillas son imprescindibles para enfriar uniformemente los bizcochos. Si dejas el bizcocho enfríar en el molde o incluso en un plato el vapor se condensará en los laterales y bases y se empapará quedando húmedo. Estas rejillas te servirán tanto para los bizcochos como para las galletas y especialmente cuando las hayas decorado para el secado de la glasa. Compra rejillas de buena calidad y que sean resistentes. Hace años hubiera recomendado que fueran apilables y con patitas abatible  para que ocupen el menor espacio posible, pero he tenido varios disgustos y en la actualidad prefiero rejillas con patas fijas y pequeñas, como las de la foto.

6. ESPATULAS

Una buena espátula será tu mejor aliado. Aunque no son partidaria de la silicona en los moldes, en las espátulas es una historia diferente. Las espátulas de silicona son resistentes al calor y no se derretirán al contacto con cualquier crema caliente, azúcar y con el roce de algún cacharro caliente. Deberían tener un mango lo suficientemente largo para que llegue al fondo del bol que estés utilizando para “rebañar” bien los restos de masa. No mezcles las espátulas que utilices para las preparaciones dulces con las del salado. Debo de tener mas de 30 espátulas, pero solo me declaro culpable de haber comprado dos o tres, el resto han sido regalos. Aparte de estas espátulas grandes, me gustan mucho las espátulas pequeñitas, que sirven para rebañar pequeñas cantidades.

Las espátulas metálicas suelen tener mango de madera o plástico y son perfectas para extender el buttercream sobre una tarta o alisar una masa. Las hay totalmente rectas y el tamaño suele variar. También las hay acodadas, que son ideales y evitan que te manches los dedos.

7. CUCHARAS HELADO / DOSIFICADORES

Compra las mismas que tienen en las heladerías, las profesionales, que son resistentes y de mejor calidad. Ten varios tamaños, por lo menos tres. Una pequeña te servirá para pequeñas cantidades, como trufitas, galletitas. La mediana será perfecta para galletas de tamaño normal y masas de muffins o cupcakes. La grande la podrás utilizar para “racionar” la misma cantidad masa  en los moldes para los layer cakes. También te servirá para colocar la misma cantidad de buttercream cuando estés decorando, o para unos mega muffins. ¿Quién te iba a decir que una cuchara de helado iba a ser tan multiusos?

8. MOLDES

Hay muchos tipos de moldes en el mercado. Muchas marcas, calidades, materiales y precios. Sin ánimo de incitar al consumo, te recomiendo que inviertas moldes de buena calidad. Muchas veces la buena calidad también significa un alto precio, pero a la larga es una inversión que agradeceréis. En cuanto a los moldes de silicona, tengo algunos pero no me gustan demasiado para hornear y me siento mucho más cómoda con los moldes metálicos.

Este punto necesitaría un capítulo aparte, que obviamente estoy preparando, que va a ser ¿que molde me compro?

9. BOLES MEZCLADORES

Algo importantísimo a la hora de hacer una receta es el “mise en place” o la preparación de los ingredientes. Generalmente en las buenas recetas, los ingredientes se indican en el orden en el que se van a utilizar. Es super importante tener  los ingredientes pesados y listos en la forma que indica la receta antes de comenzar. Para eso necesitamos unos boles de diferentes tamaños, con unos 5 es suficiente. Uno mas grande para la harina, otro mas pequeño para el azúcar, otro para los huevos o para el yogur etc.

A mi me gustan de cristal o de cerámica. El problema de estos últimos es que suelen ser mas pesados. No suelo utilizar de plástico, que son mejores por ejemplo para derretir el chocolate en el microondas, ya que no se calientan tanto como los de cristal. Pero bueno, esto es una preferencia personal.

10. PAPEL DE HORNEAR

El papel de hornear es algo imprescindible a la hora del horneado. Será tu gran aliado junto con la mantequilla o spray desmoldante para que no se te pegue nada a los moldes. Mi favorito es el liso y que viene ya precortado y sin relieve de puntitos,.

También existen unos rollitos papel de hornear de tan solo 10 cm de alto que te sirve para forrar las paredes de tu molde. Asimismo hay a la venta círculos de papel de hornear precortado redondo o cuadrado, para colocar en las bases de los moldes.  Si horneas mucho como yo los considerarás imprescindibles.

11. RALLADORES MICROPLANE

Soy fan incondicional de los ralladores Microplane, te aseguro que marcan un antes y un después de haberlos utilizado. Me gustan especialmente para rallar las zanahorias ya que obtienes un rallado finísimo que hace que el bizcocho siempre quede húmedo y jugoso. También tengo varios para los cítricos, que hacen que los bizcochos queden perfectamente aromatizados y que no te tengas que pasar por el mal trago de quitarte las pieles de la boca. Tengo de varios tamaños, tanto para dulce como para salado y para diferentes tipos de rallado dependiendo del ingrediente.

12. JARRITAS MEDIDORAS DE VIDRIO

Absolutamente mis favoritas para medir los líquidos, ya sean aceite, leche. Las tengo de 1/4 de litro de 1/2 litro y de litro, de la marca Arcuisine. Mi jarra de 1 litro es vintage, me la regaló una vecina inglesa hace mas de 25 años cuando se volvió a UK y ella la tuvo creo que otros tantos y la pobre jarra ha hecho ya unas cuantas mudanzas sin inmutarse.